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Érika Calvo Rivera
El presente artículo tiene como propósito resaltar los valiosos aportes que desde el continente latinoamericano se vienen haciendo a esta cuarta ola del feminismo. Desde la publicación, en el año 2008, de la obra de María Lugones “Colonialidad y género”, son muchas las pensadoras que, bajo el rótulo de feminismo decolonial, se han sumado a la denuncia del racismo de género en el que incurriría el feminismo blanco. Apuestan, sensu contrario, por una teoría crítica desde y para las mujeres del continente, cuyas experiencias se encuentran mediatizadas por la racialización y la colonialidad. Aunando en un mismo marco teórico el giro decolonial y la interseccionalidad propugnada por los feminismos del Sur, el feminismo decolonial lleva más de una década realizando aportes de gran valor a las cuestiones que aquí intentaremos problematizar: la co-dependencia entre la raza y el género y, paralelamente, la desnaturalización del sistema sexo-género.
The purpose of this article is to highlight the valuable contributions that the Latin American continent has been making to this fourth wave of feminism. Since the publication, in 2008, of the work by María Lugones "Coloniality and gender", there are many thinkers who, under the label of decolonial feminism, have joined the denouncement of gender racism in which White feminism would have incurred. They bet, sensu contrary, for a critical theory from and for the women of the subcontinent, whose experiences are mediated by racialization and coloniality. Uniting in the same theoretical framework the decolonial turn and the intersectionality advocated by southern feminisms, decolonial feminism has been making valuable contributions to the issues that we will try to problematize here for more than a decade: the co-dependency between race and gender and, in parallel, the denaturing of the sex-gender system.
