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Marta Albertí Ibarz, Ángel Bergés Lobera, María Rodríguez
Entre las medidas tomadas por el Gobierno para paliar los efectos de la guerra en Ucrania destaca la aprobación de un nuevo programa de avales, así como el alargamiento de plazos aplicable a los avales actualmente vivos, en un intento de evitar que los efectos adversos de la guerra se acumulen sobre los de la pandemia. Dicho alargamiento significará un importante balón de oxígeno para los sectores y empresas más afectados por ambas crisis, y en el caso de la banca supondrá una contención en la aparición de morosidad asociada a las mismas. En este artículo se analiza el papel desempeñado por los avales en dicha contención, así como una estimación del deterioro latente en las operaciones avaladas, que puede actuar como indicador adelantado de la morosidad a aflorar en el siguiente ejercicio.
