El uso combinado de la inteligencia artificial, el blockchain, los NFT, la realidad extendida o la web 3.0 está consiguiendo difuminar la frontera entre lo real y lo digital, haciendo que pasemos de “utilizar” Internet a “vivir” dentro de él. Un ejemplo paradigmático es el famoso metaverso, cuyo desarrollo ofrece numerosas oportunidades de negocio que las empresas deberán saber aprovechar, en sectores tan dispares como el ocio, el inmobiliario, la educación, el arte o el gran consumo, entre muchos otros.