Toda configuración de la actividad económica y social se encuentra encuadrada en una determinada forma de entender la respuesta de coordinación entre las diferentes instituciones que configuran los entornos, tanto de las economías empresariales como de las economías domésticas. No se puede entender, en otras palabras, la configuración económica de un país sin la conceptualización eficiente de su configuración social. Esto es, “lo económico” se encuentra estrechamente vinculado con “lo social”, lo que afecta en su conjunto al desarrollo de las personas y de sus instituciones. Y este ordenamiento Eucken lo define perfectamente como “orden económico”, siendo la base de la “economía social de mercado” de Erhard: la estrecha vinculación entre “lo económico” y “lo social” y societario. El “principio de subsidiaridad” es clave en una economía de mercado generadora de la libertad y elección prioritaria de la persona definiéndose la escasez como el mecanismo configurador de precios y del comportamiento de la persona y de sus instituciones. Y la otra forma de coordinar viene definida por la “planificación” por parte del Estado y de sus órganos planificadores en el proceso de una política distributiva. Y este contexto de los diferentes “ordenamientos de la economía” definen muy diversas formas de actuación del Estado y de las personas en la sociedad. Y ello, en esta contribución, planteada en el proceso de la integración europea en sus diversas actuaciones e instituciones. El “orden económico” condiciona al “principio de subsidiaridad”, y sus logros o fracasos, en función precisamente del orden económico elegido y sus consecuencias para el desarrollo de las personas y de sus instituciones.
Any and every configuration of economic and social activity is framed by a certain understanding the response to coordinating the different institutions that give shape to its environments, be they those of business economics or domestic economics. In other words, a country’s economic configuration cannot be understood without an efficient conceptualisation of its social configuration. The economic element, therefore, is intimately linked to the social element. This, in turn, affects the development of individuals and their institutions. Eucken’s perfect definition of this henomenon is as the Economic Ordering, which is the basis of Erhard’s Social Market Economy – the intimate links between the economic, the social and the societal. The Subsidiarity Principle is a key factor in a market economy which generates the prioritisation of the individual and his/her freedom and which defines scarcity as the mechanism that configure prices, individual behaviour, and the behaviour of institutions. Economic Ordering conditions the Subsidiarity Principle and the failures or successes that arise as a function of the Economic Ordering chosen, as well as its effects upon the development of individuals and their institutions.