José Miguel Candia
“Haiga sido como haiga sido…”, con este tono, irreverente y burlón, el entonces presidente electo Felipe Calderón, candidato del Partido Acción Nacional (PAN), pretendió descalificar, con una nota de humor negro, el arduo debate que siguió a la jornada electoral del 2 de julio de 2006. Desde el mismo momento en que las autoridades del Instituto Federal Electoral (IFE) decidieron no hacer públicos los conteos que se obtienen del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), la avalancha de impugnaciones y sospechas pusieron en duda la validez de todo el proceso electoral.
“Haiga sido como haiga sido…”, with this tone, irreverent and mocking, then President-elect Felipe Calderon, candidate of the National Action Party (PAN), tried to disqualify, a note of black humor, the heated debate that followed the elections of July 2, 2006. from the moment the authorities of the Federal electoral Institute (IFE) decided not to make public the counts obtained from the Preliminary Electoral Results Program (PREP), the avalanche of objections and suspicions began questioned the validity of the whole electoral process.