Dejado atrás un 2021 marcado por cambios continuos,y tendencias a la alta y a la baja que se repetían sin aviso previo, iniciamos este 2022 con sentimientos contrapuestos. Por un lado, la esperanza de que por fin la Covid se convierta no tanto en un vago recuerdo, algo que parece muy improbable a día de hoy, pero si en una “enfermedad” con la que tendremos que convivir como en su momento ocurrió con tantas otras. Por otro, el temor que provoca la reciente invasión de Ucrania por parte de Rusia y el desenlace final que puede tener a todos los niveles un conflicto de tales dimensiones. Lo que si que parece evidente es que todo el mundo, tanto población como marcas, quieren recuperar, en la medida de lo posible, el día a día que teníamos en 2019. Un día a día que, sin ser perfecto, sí era mejor de lo vivido en estos dos últimos años. Confiemos en que así sea