Desde hace más de 35 años, grupos y activistas del urbanismo feminista se manifiestan por el Derecho de las Mujeres a la Ciudad, una categoría que refiere al uso y disfrute de la misma, de sus espacios y bienes públicos, servicios y equipamientos; y que apela al deseo y al derecho de poder habitarla libremente, tanto de día como de noche, participando de lo que la vida urbana ofrece.