La falta de conocimiento confunde y limita el auténtico cometido de la Vigilancia de la Salud. En ocasiones, se la identifica con pruebas médicas rutinarias, infravalorando y restándola importancia. Sin embargo, esta disciplina aporta valor a la prevención y es capaz de generar beneficios económicos y sociales que, mediante una adecuada estandarización, suma a favor de las empresas.