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Lidia Puigvert Mallart 
, Kyung Hi Kim, Andrea Khalfaoui Larrañaga, Oriol Ríos González , Roseli Rodrigues de Mello, Mar Joanpere Foraster, José Ramón Flecha García
Existe una amplia y rica literatura científica sobre la Violencia de Género (VG) en diversas instituciones y contextos, incluyendo ahora la Violencia de Género Aisladora (VGA). Sin embargo, existe un silencio casi absoluto sobre la VG y la VGA dentro del campo de la pedagogía crítica, a pesar de su pretensión de influir en la educación de los y las niñas. Este trabajo forma parte de un largo programa de investigación sobre VG y presenta la primera evidencia sobre su existencia dentro de la pedagogía crítica. La metodología comunicativa de esta investigación ha incluido entrevistas a 15 autores y autoras de pedagogía crítica y 1 grupo de discusión. La dimensión de género es clave en esta investigación, la mayoría de las listas de pedagogos críticos destacados incluyen sólo hombres blancos y la mayoría de ellos de Norte América, en esta investigación son 15 mujeres de los y las 21 entrevistadas y están representadas diversas opciones de género y culturas. Los resultados muestran claramente que, como en cualquier otra institución y ámbito social, dentro de la pedagogía crítica hay defensores y defensoras de la VG, hay quienes guardan un silencio cómplice y hay acosadores que hacen VG y/o VGA.
There is a wide and rich scientific literature about Gender Violence (GV) in diverse institutions and contexts, now including Isolating Gender Violence (IGV). However, there is an almost absolute silence about GV and IGV within the field of critical pedagogy despite its pretention to influence children’s education. This paper is part of a long research program on GV and presents the first evidence about its existence within critical pedagogy. The communicative methodology of this research has included interviews to 15 authors of critical pedagogy and 1 discussion group. The gender dimension is key in this research, most lists of outstanding critical pedagogists include only white males and most of them from North America, in this research there are 15 women of the 21 interviewees and diverse gender options and cultures are represented. The results clearly show that, as in any other social institutions and domains, within critical pedagogy there are upstanders against GV, those who maintain a guilty silence and harassers making direct GV and/or IGV.
