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Jorge Gerardo Flores Díaz
En este artículo se estudian las reformas más importantes en la historia de la regulación jurídica de los partidos políticos en México a partir del contexto político en el que tienen lugar. El objetivo es explicar su origen y sus características. Se argumenta que: 1) La reforma de 1946, incremento de los requisitos para el reconocimiento legal de los partidos políticos, se aprobó para prevenir la participación electoral de amenazas para el partido oficial. 2) La reforma de 1977, flexibilización de los requisitos para el reconocimiento legal de los partidos políticos, pretendió abrir el sistema de partidos para incorporar a la oposición extra-institucional. 3) La reforma de 1996, incremento del financiamiento público para los partidos políticos, fue aprobada para beneficiar al PRI en caso de que perdiera el poder. 4) La reforma de 2007, regulación legal de los procesos intrapartidarios, tuvo el objetivo de armonizar la constitución con la jurisprudencia del Tribunal Electoral, estableciendo procedimientos y condiciones. 5) La reforma de 2014, estandarización de la legislación federal y local sobre partidos políticos, pretendió transferir las características del proceso electoral federal a los estados. Finalmente, 6) la última propuesta de reforma, reducción del financiamiento público para los partidos políticos, se sustenta en el descrédito público de estas organizaciones y en los exorbitantes montos de dinero que reciben. El estudio muestra que las reformas aprobadas en la era del sistema de partido hegemónico (1946, 1977 y 1996) buscaron beneficiar al partido oficial, mientras que las reformas posteriores reflejan un contexto plural y surgieron del poder judicial (2007), los partidos políticos de oposición (2014) y la sociedad civil (última propuesta de reforma).
This article studies the major reforms in the history of the legal regulation of political parties in Mexico based on the political context in which they took place. The objective is to explain their origin and characteristics. I argue that: 1) The 1946 reform increased requirements for the recognition of political parties; it was passed to prevent the electoral participation of threats to the official party. 2) The 1977 reform loosened requirements for the recognition of political parties; it intended to open the party system to incorporate the extra-institutional opposition. 3) The 1996 reform increased public funding for political parties; it aimed to benefit the PRI in the case of losing the power. 4) The 2007 reform consisting of regulation of intra-party processes was passed to harmonize the constitution with the electoral court’s jurisprudence, establishing procedures and conditions. 5) The 2014 reform —standardization of federal and local legislation on political parties—, intended to transfer the characteristics of the federal electoral process to the states. Finally, 6) the most recent reform proposal, reduction of public funding for political parties, is based on the discredit of these organizations and on the exorbitant amount of money they receive. The study shows that the reforms approved during the era of a hegemonic party system (1946, 1977, and 1996) were aimed at benefiting the official party, while the subsequent reforms reflect a pluralistic context and emerged from the judicial power (2007), the opposition political parties (2014), and the civil society (last reform proposal).
