Desde hace algunas semanas Mark Zuckerberg no habla de otra cosa. No en vano, recientemente convertía su Facebook en Meta, una nueva compañía madre que englobará todos los servicios, marcas y empresas que antes se conocían como propiedad de la red social. El metaverso se ha convertido en la próxima gran frontera del mundo digital y varias marcas empiezan a ver bajo sus cimientos el lugar ideal para conectar con aquellas generaciones más reacias a la comunicación publicitaria más convencional