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Madrid, España
La Constitución de 1978 vino a representar una redefinición considerable del marco general de la economía española, una definición liberal (artículo 38) que garantiza tanto la libertad de creación de empresas como la defensa de la productividad. El principio de la economía de mercado se reconoce en la Constitución, dentro del entorno institucional. Sin embargo, en España lo más frecuente son las formaciones monopolísticas, en forma de empresas dominantes combinadas con la persistente ineficacia de la mal llamada empresa pública. La planificación democrática, esa mezcla de mercado y planificación, ha de ser participativa para contribuir a aflorar la democracia avanzada que necesitan la economía española y la sociedad en su conjunto.
The Constitution of 1978 came to represent a substantial redefinition of the general framework of the Spanish economy, a liberal definition (Article 38) which guarantees both freedom of entrepreneurship and the defense of productivity. The principle of the market economy is recognized in the Constitution, within the institutional environment. However, in Spain most often monopolistic formations are in the form of dominant companies combined with the continued ineffectiveness of the so-called public company. Democratic planning, the mix of market and planning must be participatory to help bring out the advanced democracy that need the Spanish economy and society as a whole.
