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Alejandro Domínguez
En la opinión pública, poco es tratado el impacto de la pandemia a causa del virus SARS-CoV-2 (COVID-19) sobre la juventud, aparentemente por el riesgo menor en la salud que este grupo de población tiene frente a otros grupos cuyo contexto y forma de vida aumentan la gravedad de la infección. Sin embargo, las consecuencias a mediano y largo plazo de los impactos en el desarrollo laboral, educativo, mental y emocional de las y los jóvenes, tiene un impacto que no se debe subestimar, sobre todo tomando en cuenta tanto el porcentaje y número de población juvenil en el mundo, y las condiciones preexistentes de las y los jóvenes que agravan estos impactos. Tanto los organismos internacionales, como los estudios realizados en la materia, coinciden en la necesaria atención a los efectos causados en la juventud por una crisis tan alargada, en la que no son inmunes de las consecuencias dañinas para su desarrollo. Por lo anterior, las decisiones públicas en las administraciones nacionales y locales, de la mano con la ciudadanía, deben replantear y enfocar la recuperación económica, laboral, social, emocional y educativa hacia la juventud, comenzando por no generalizar una supuesta inmunidad en este grupo poblacional, reconocer la vulnerabilidad en la que se encuentran expuesto, y, principalmente, dar espacio en las decisiones y aprovechar su emprendimiento y fortaleza en políticas y medidas sanitarias que eviten aumentar desigualdades entre generaciones, que anticipen y mitiguen impacto en la etapa posterior a la pandemia, y que den respuestas inclusivas a un problema público.
In public opinion, the impact of the pandemic caused by the SARS-CoV-2 virus (COVID-19) on youth is little discussed, apparently due to the lower health risk that this population group has compared to other groups whose Context and lifestyle increase the severity of the infection. However, the medium and long-term consequences of the impacts on the labor, educational, mental and emotional development of young people, has an impact that should not be underestimated, especially taking into account both the percentage and number of the population. youth in the world, and the pre-existing conditions of young people that aggravate these impacts. Both international organizations and the studies carried out on the subject agree on the necessary attention to the effects caused on youth by such a prolonged crisis, in which they are not immune from the harmful consequences for their development. Therefore, public decisions in national and local administrations, hand in hand with citizens, must rethink and focus the economic, labor, social, emotional and educational recovery towards youth, beginning by not generalizing a supposed immunity in this group population, recognize the vulnerability in which they are exposed, and, mainly, give space in decisions and take advantage of their entrepreneurship and strength in health policies and measures that avoid increasing inequalities between generations, anticipating and mitigating impact in the post pandemic impact, and that provide inclusive responses to a public problem.
