Sébastien Fontenelle
Los principios morales, estimulados por las presiones de países amigos, ya le han costado a Francia jugosas operaciones de venta de armamento; así sucedió en 2014, cuando París se negó a entregar a Rusia dos portahelicópteros para sancionarla por sus acciones en el conflicto ucraniano. Pero los escrúpulos son de geometría variable, como demuestra el afán de París por comerciar con el Egipto del mariscal Al Sisi.