La crisis puede seguir abriendo espacios de innovación en las políticas públicas, que serían difíciles de abordar en tiempos más normales. Es un nuevo punto de inflexión. Avanzar, estancarse o retroceder dependerá de que logren consolidarse los acuerdos sociales y políticos necesarios para estos cambios.
Algo más que retador en medio del volátil ambiente social y político.