Tras el fin de su dominio colonial en Asia en la década de los sesenta, las potencias europeas se retiraron en gran medida de la región de Asia-Pacífico como actores políticos. En cambio, los lazos económicos no han dejado de aumentar en el transcurso de las distintas oleadas de globalización, un desarrollo impulsado en gran medida por la vinculación de los mercados europeos y asiáticos. Sin embargo, desde el punto de vista de la estrategia política, estas relaciones han permanecido “desnutridas”. No fue hasta la década de los 2000 cuando el indiscutible ascenso de China provocó cambios evidentes y masivos no solo en Asia y el Pacífico, sino en toda la tectónica de poder mundial dominada hasta entonces por Occidente.
Hoy día nos encontramos en un “momento de eje geopolítico”. Muchos Estados miembros de la Unión Europea y la propia organización han iniciado un profundo proceso de revisión de las (auto)percepciones, acelerado en los últimos cinco años. Las limitaciones tradicionales –por las razones que sean– que impedían un compromiso activo en el exterior han caído, por ejemplo en las operaciones militares en el Indo-Pacífico. Pero el debate sobre el autoconcepto político de la UE, sus objetivos y herramientas, continúa. En comparación con otras potencias, la Unión y sus Estados miembros han tardado bastante tiempo en ajustar sus conceptos de política exterior. En los próximos años veremos si dichos ajustes son adecuados y están fundamentados.
Los últimos documentos de estrategia de política exterior y las directrices sobre el Indo-Pacífico de varios países europeos y del Consejo Europeo son una clara expresión de esta nueva perspectiva, reflejando la nueva afirmación de Europa de actuar como socio global y actor estratégico. Esta reivindicación de una voz en los “asuntos asiáticos” no se define en términos solo geográficos –la región comprendería desde el Cuerno de África hasta las islas Kuriles en el Pacífico nororiental–, sino que el concepto también integra de forma consciente cuestiones globales como el cambio climático y, por tanto, va más allá de los conceptos tradicionales definidos territorialmente…