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En el presente documento se examina lo que el autor describe como la "mundialización comprimida" en la región del sur del Pacífico, con un interés especial por las Islas Salomón. Sobre la base de un trabajo de campo etnográfico de larga duración en el "foco crítico" de la laguna de Marovo, con respecto a la diversidad biológica, el autor aborda la complejidad de diversos encuentros local-mundial durante los años noventa, en los que participaron aldeanos indígenas propietarios de recursos, empresas transnacionales de extracción de madera y minerales e iniciativas ecologistas extranjeras de organizaciones no gubernamentales (ONG). Se da prioridad a la situación controvertida de los bosques hidrófilos situados en torno a la laguna de Marovo. Mientras que las empresas asiáticas extractivas deseaban una rápida explotación de grandes reservas de madera, ONG occidentales (y otros organismos gubernamentales análogos) deseaban la conservación de los bosques en aras de la biodiversidad mundial. Los aldeanos que poseen las tierras forestales con arreglo al derecho consuetudinario respaldado por el Estado siguen vías imprevisibles entre los tipos discrepantes de aspiraciones extranjeras (y mundiales), haciendo hincapié en su propia autonomía con respecto a las condiciones de la vida contemporánea de la aldea. Estos encuentros postcoloniales se caracterizan por la incertidumbre mutua y la falta de conocimiento de los programas morales y políticos de la "otra parte". Sin embargo, la falta de una comprensión compartida está lejos de inhibir una colaboración efectiva, ya se trate de acuerdos a corto plazo para la extracción de madera o de "proyectos de conservación basados en la comunidad" iniciados por una ONG. En estos proyectos, definidos por medio de conceptos indígenas, las aspiraciones divergentes parecen converger aunque sea de manera inestable.
