Con datos de la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación en Europa (SHARE) se analiza la conveniencia de las recientes reformas para retrasar la edad de jubilación. Los resultados indican que la salud física y el desempeño cognitivo se deterioran con la edad, con efectos negativos en la tasa de empleo del grupo de 50-54 años. El deterioro cognitivo tiene menor impacto que el de la salud, y ambos tienen mayores efectos sobre el empleo que sobre las horas trabajadas, pero dicho deterioro explica como mucho el 35 por ciento de la reducción del trabajo observada. Ello apunta a una considerable capacidad de trabajo infrautilizada entre los trabajadores europeos de más edad.