Seguir criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo ha pasado a ser un imperativo para las empresas. Ciudadanos, empleados, directivos e inversores presionan cada vez más para que las compañías demuestren su compromiso, actúen en la lucha contra un cambio climático cada vez más evidente y sean capaces de aportar métricas que lo ratifiquen. Nos enfrentamos a nuevos modelos que modifican desde la retribución de los directivos hasta los controles de la actividad empresarial por parte del accionariado y los inversores, pasando por numerosos aspectos prácticos, éticos y legales. Analizamos en este artículo la situación global y exponemos ejemplos de varias empresas líderes en su sector.