Patricia Manrique Fernández
El humanismo requiere, para su definición esencialista de lo propio del ser humano, establecer lo propio del animal de un modo violento y defectivo, tratándolo de modo unívoco y reduciendo la variabilidad de las especies a un singular, «el animal», sin capacidad de comunicación, lenguaje, autoposición, autonomía… Derrida cuestiona el establecimiento de estos polos incontaminados y trata de comprender qué significado tiene para la propia concepción o autobiografía del ser humano esta oposición y negación de su dimensión animal. Una política de lo imposible, por-venir, necesariamente ha de vérselas con la domesticación y la violencia contra los animales así como con la bestialización de los seres humanos, ambos colocados en el espacio liminal y violentado de la otredad
Humanism requires, for its essentialist definition of what is proper to the human being, to establish what is proper to the animal in a violent and defective way, treating it in a univocal form and reducing the variability of the species to a singular expression, «the animal», without capacity for communication, language, self-position, autonomy... Derrida questions these uncontaminated poles and tries to understand what means this opposition between animal and man, and what meaning has this denial of our animal dimension for our self-conception, for the autobiography of the human being. A politics of the impossible must necessarily deal with domestication and violence against animals as well as with the bestialization of human beings, both placed at the liminal and violent space of otherness.