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Helsinki, Finlandia
Las historias que contamos y nos cuentan, las imágenes que vemos y compartimos, las formas en que nos comunicamos, encuentran nuevos caminos y se expresan en nuevas formas de redes, otras ágoras (para tomar prestada la terminología de Foley) y a un ritmo más rápido. No obstante, conviene examinar en qué consiste la novedad de la narración contemporánea cuando conquista formas y entornos digitales. Del mismo modo, lo digital nos brinda nuevas herramientas y posibilidades de acceso a los datos, pero ¿cuánto se han transformado y cambiado realmente nuestras disciplinas, métodos, enfoques y conceptos? Y ¿cuánto hemos valorado la capacidad de adaptación de nuestras disciplinas para emprender el estudio de lo que ocurre en línea y en relación con lo digital? Desde este punto de vista, este trabajo presta especial atención a las huellas y la trazabilidad de nuestra actividad y de nuestros datos, para resaltar los flujos, la continuidad y los cambios en lo que hacemos y contamos. Basándome en ejemplos procedentes de una gran variedad de contextos, ilustro cómo nuestra búsqueda de renovación, novedad e innovación está fuertemente anclada, sujeta y depende de nuestros hábitos, costumbres y de la capacidad de observar el mundo que nos rodea. Además, sostengo que tanto en la investigación como en la narración de historias, el valor de lo antiguo es igual al valor de la novedad y la originalidad.
The stories we tell and are told, the images we see and share, the ways we communicate find new paths and come to expression in new forms of networks, other agoras (to borrow Foley’s terminology) and at a faster pace. Nonetheless, we ought to examine what the novelty of contemporary storytelling consists in when it conquers digital forms and environments. Likewise, the digital brings us new tools and possibilities of access to data - but how much have our disciplines, methods, approaches and concepts actually transformed and changed? And how much have we assessed the capacity of adaptation of our disciplines for embracing the study of what takes place online and in relation to the digital? From this vantage point, this paper gives particular attention to the footprints and the traceability of our doings and our data in order to highlight the flows, continuity and ruptures of what we do and tell. Based on examples from a variety of contexts, I illustrate how our quest for renewal, novelty and innovation is strongly anchored in, subjected to and depends upon our habits, old-fashioned ways and ability to observe the world around us. Further, I argue that in research like in storytelling, the value of vintage equals the value of novelty and originality.
