Gustavo Lafontaine
El artículo nos ofrece una serie de indicadores acerca de nuestro bienestar psicosocial, no solo en tiempos de aparente normalidad, sino en esta etapa de encierro producto del COVID-19. Se centra fundamentalmente en el tema del suicidio a partir de una experiencia vivida. Nos demuestra cómo la tasa de suicidios en Venezuela ha venido aumentando como resultado de la ansiedad que genera el encierro, la incertidumbre política y económica del país, el aislamiento social, la preocupación por la salud, la falta de servicios básicos y la falta de actividades recreativas. Todo un conjunto de factores que tienen un claro efecto psicosocial.