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Miguel Ángel Almendros González
Aunque la protección familiar naciera unida a la condición de asalariado del "cabeza de familia", ésta se ha "universalizado" en la medida en que la actuación de los poderes públicos va dirigida fundamentalmente a aquellas familias que, con independencia de la situación laboral de sus miembros, se encuentren en situación de necesidad por falta o insuficiencia de recursos para atender sus responsabilidades familiares. Pero esa no significa que la dimensión familiar del trabajador, en particular el que la es por cuenta ajena, sea irrelevante. Al contrario, el trabajador con responsabilidades familiares presenta unas especiales características a las que hay que dar satisfacción, y de ahí que deba seguir siendo objeto de atención par las políticas sociales. De este modo, y admitiendo que el sistema de protección a la familia es mucho más amplio, este estudio se centra en la protección familiar del trabajador, en las medidas y ayudas previstas para el trabajador en atención a sus responsabilidades familiares.
El sistema de protección familiar pretende utilizar el esquema protector construido y empleado durante la época dorada de la Seguridad Social. Pero el concepto de trabajador; la institución que es objeto de protección, la familia; y la sociedad misma, han cambiado sustancialmente. La insuficiencia de este modelo para atender las nuevas demandas y necesidades de las trabajadores y sus familias, y para incentivar la natalidad, está motivando que se empleen otras técnicas de protección social con las que se consiguen los mismos fines y que muestran, al menos aparentemente, un mayor grado de eficacia social (Servicios Sociales, sistema impositivo, etcétera). Esto supone una diversificación y una dispersión de las medidas de protección social a la familia, y no sólo en cuanto al tipo de ayuda o las técnicas empleadas, sino también desde un punto de vista "territorial" (téngase en cuenta el importante grado de desarrollo que en esta materia ha alcanzado la normativa autonómica), lo que conforma un sistema protector compleja, confuso y heterogénea. Así, dependiendo de donde resida la familia, de donde trabajen sus miembros y de la información con la que cuenten, gozarán de una mayor a menor protección.
