Segismundo Alvarez Royo-Villanova
La necesidad de constancia estatutaria de la remuneración de los administradores supone una gran inseguridad jurídica. Las reformas de la normativa fiscal y mercantil de 2014 parecían encaminadas a resolver esta cuestión, pero no ha sido así. La reciente reforma de la Ley de Sociedades de Capital plantea además la duda de si ahora la constancia se extiende también a las cotizadas. Aunque defendemos que no es así, las incertidumbres se mantienen y obligan a proponer una nueva reforma de esta regulación.