Los derechos de desarrollo inmobiliario transferibles —se señala en este estudio— son un instrumento de regulación del uso del suelo que puede utilizarse para preservar el patrimonio arquitectónico de una comunidad, sus suelos agrícolas y las áreas ambientalmente sensibles, sin que ello se traduzca en expropiaciones indebidas a los propietarios de estos recursos, ni en un desembolso extraordinario de fondos públicos. Los dueños de propiedades con esas características reciben derechos inmobiliarios transferibles por un monto, en principio, equivalente a las ganancias potenciales atribuibles al desarrollo de edificaciones o urbanizaciones en esos terrenos o sitios. Posteriormente, estos derechos se pueden utilizar en desarrollos inmobiliarios ubicados en otras áreas, generalmente mediante un permiso para aumentar la densidad o el coeficiente de constructibilidad más allá de lo que autorizan las normas vigentes. Estos derechos pueden ser transados en el mercado, de modo que su dueño original no es necesariamente el responsable de darle un uso. El autor de este estudio describe las características de este instrumento, los requisitos para su buen funcionamiento y nos narra dos experiencias en Estados Unidos donde estos derechos han tenido una aplicación concreta.