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Garbiñe Biurrun Mancisidor
La relativa parálisis de actividad legislativa en materia laboral hace que sea la jurisprudencia la que está brindando las novedades más relevantes y las repercusiones prácticas más trascendentales.
De hecho, del TJUE han llegado en el último año las dos grandes noticias que han convulsionado los ámbitos jurídicos españoles: de un lado, las SSTJUE en materia del mercado de crédito hipotecario y, de otro, la célebre Sentencia “De Diego Porras”, a la que nos vamos a referir en detalle más adelante.
Pero no son las únicas resoluciones del TJUE con relevancia, pudiendo también recordarse, para los tres últimos años también las Sentencias de 22 de mayo de 2014, C-539/12, asunto Lock y de 12 de junio de 2014, C- 118/13 asunto Bollacke, la de 26 de noviembre de 2015, asunto C-509/14 (caso ADIF o Aira Pascual) o la de 1 diciembre 2016 - C-395/15 -, Asunto Daouidi, entre otras muchas.
Algunas de estas Sentencias proceden de cuestiones prejudiciales planteadas por diversos órganos judiciales españoles “críticos” o disconformes en las materias de referencia con la situación creada por la jurisprudencia interna de interpretación de las normas objeto de la cuestión. (...).
