Trabajar cuatro días a la semana no es, sin duda, una utopía. Sin embargo, la regulación futura de esta forma de trabajar afrontará problemas tales como: fijar las horas de trabajo al día; conocer la incidencia del menor tiempo de trabajo en la productividad de la empresa y, en consecuencia, en los salarios; la necesidad de una formación profesional continuada; el conocimiento por el trabajador de los sistemas de control que ejerza el empresario. La implantación de la jornada semanal de cuatro días requiere la ineludible participación de la negociación colectiva.
Four-day work week is certainly not a utopia. However, future regulation of this shorter working time needs to focus on aspects such as: labour productivity and wages, the need for continuous professional development, the need for employees to know the working control system exercised by the employer, etc. In a nutshell: the introduction of the four-day work week cannot be established without the means of collective bargaining.