Marco Antonio de la Parra
El pacto que el lenguaje del terror ha establecido con los secretos del arte, en la efectividad de su desarrollo dramático, es una de las armas terminales más implacables del atentado a la experiencia social que estamos viviendo. Cómo se infiltra la inspiración artística en la violencia sobre los cuerpos de las acciones únicas, y cómo el arte ilumina otra salida (siempre otra) a la perversión de lo irrepresentable, son parte de las reflexiones de este artículo para detener la muerte.