Presentada por PSOE y —al principio— por PODEMOS una «nueva» Proposición de Ley que pretende una reforma en materia de animales, frente al voto contrario de VOX por entender que se equiparan a las personas (llegándose a decir que se va a «humanizar al animal y deshumanizar al hombre»), y ante la sorpresiva retirada en su apoyo de PODEMOS, el autor del presente trabajo entiende que dicha reforma legislativa es una respuesta obligada —aunque tardía- a una exigencia comunitaria que impone en toda la Unión Europea la protección del bienestar de los animales en cuanto seres vivos dotados de sensibilidad, lo que, según la propuesta española, los convierte en bienes —aunque— singulares, diversos de las simples cosas y de las personas, tratándolos con humanidad, mas sin llegar a humanizarlos.