Parecería que la polémica sobre la exoneración de deudas laborales y de Seguridad Social en la venta de una unidad productiva en sede concursal habría quedado solventada con la aprobación del nuevo Texto Refundido de la Ley Concursal de 2020 (en adelante, TRLC). Así se saludaba por muchos o se confesaba resignadamente por otros. Pero nada ha cambiado con la ley concursal nueva, nada al menos que no estuviera tan mal o tan bien antes de su refundición.