Arturo Fontaine Talavera
El diagnóstico está claro, se sostiene en este artículo: la sociedad chilena está marcada por profundas desigualdades de ingreso estrechamente relacionadas con desigualdades educacionales. A la vez, los hijos del sector más pudiente tienen la ventaja de contar con padres más educados y con profesores de más calidad, lo que los hace más aptos para tener éxito en los desafíos académicos.
El autor plantea aquí cinco propuestas que apuntan a contrarrestar esta profunda inequidad, y que a su vez contribuirían a mejorar el nivel de la educación escolar. Las medidas propuestas tendrían un impacto inmediato y masivo en los hogares; además, ninguna de ellas requiere de ley especial para su aprobación.