En este ensayo se plantea que para entender debidamente la crítica (y a veces el ataque) contemporáneo del liberalismo a la Iglesia (Católica), en su “personal” y su magisterio, se debe partir de lo que la Iglesia misma afirma en materias morales, sociales, políticas y costumbres. En consecuencia, se propone apreciar desde ahí la crítica y aun la denuncia que la Iglesia ha venido haciendo del liberalismo en sus diversos planos (cognitivo, moral, político y económico).
Sólo a partir de ahí, señala el autor, se entiende la agresividad antieclesial del liberalismo actual. Agresividad que puede invocar, al mismo tiempo, una cierta “fidelidad” o pertenencia a la misma Iglesia.