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Sergio Martín Guardado
El conflicto provocado a raíz de la negociación del nuevo convenio colectivo merece un análisis de los condicionantes jurídicos y fácticos que imposibilitan la consideración del fútbol femenino como actividad profesional. Fundamentalmente, son la percepción social del fútbol como cuestión únicamente masculina y, la consecuente desconsideración de esta actividad como profesión por una cuestión ligada al género, las cuestiones que hacen latente la desigualdad. Sin embargo, a la luz del conflicto suscitado, puede afirmarse que también estamos ante una cuestión de negociación colectiva, dónde no queda claro qué sujetos colectivos son los legitimados para convenir. Sobre estas premisas se realiza el estudio que se aborda, concluyendo que al fútbol femenino le queda un largo camino para ser considerado, plenamente, deporte profesional
The conflict caused as a result of the negotiation of the new collective agreement deserves an analysis of the legal and factual conditions that make it impossible to consider women‘s football as a professional activity. Fundamentally, they are the social perception of football as a uniquely male issue and, the consequent disregard of this activity as a profession due to a gender-related issue, the issues that make inequality latent. However, in light of the conflict that has arisen, it can be affirmed that we are also facing a question of collective bargaining, where it is not clear which collective subjects are entitled to agree. Based on these premises, the study carried out is carried out, concluding that women‘s football has a long way to go to fully consider professional sports.
