La calificación de una enfermedad como “profesional” no es solo una cuestión técnicamente compleja, sino también, y en demasiadas ocasiones, fuente de dudas acerca del verdadero sentido protector de esta institución del Derecho de la Seguridad Social. El presente trabajo encuentra una primera explicación para ello en la propia identidad de la enfermedad profesional como especie del accidente de trabajo. Pero sobre todo hace hincapié en los problemas que plantean la consideración de la enfermedad profesional como enfermedad listada, el escaso margen que ofrece el carácter formalmente cerrado del cuadro, la obsolescencia de ese cuadro y, como consecuencia, la desatención de las enfermedades derivadas de riesgos emergentes, típicamente los psicosociales.