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Lourdes López Cumbre
Son muchas las cuestiones controvertidas en relación a este instrumento, otrora temporal, ahora permanente. Al menos durante la extensión de la crisis del COVID, el ERTE se ha convertido en un «acompañante laboral» que tiende a paliar las consecuencias sociales y económicas pero que no evita el posible fraude en su utilización. Aunque el fraude es de difícil persecución, —ante la connivencia o ante la «resignación» del trabajador que, incluido en el ERTE, sigue prestando servicios para su empresa—, lo cierto es que se mantienen algunos puntos críticos aplicativos, si bien ya con soluciones judiciales destacadas.
Considerando exclusivamente del ERTE por fuerza mayor, este estudio analiza algunos aspectos que, en una situación postpandemia, probablemente permanezcan
