Dentro del conjunto de iniciativas que hoy orientan los esfuerzos de la sociedad chilena, el tema de la descentralización adquiere creciente relevancia económico-social y fuerte sensibilidad política. Así, la gradual y sostenida transformación y modernización del aparato estatal, ha incorporado una acentuada descentralización y desconcentración en los procesos decisionales con ocasión de la reforma Regional y Municipal de 1992, junto con un incremento sustantivo en los recursos de admmistración regional.