Manuel Cortizas Turégano
Es una pieza indispensable, pero ahora en invierno, con las bajas temperaturas no resultan muy acogedoras. Nuestra respiración caliente se enfría rápidamente, entrando en contacto con el aire exterior y no le da tiempo a condensarse fuera, de ahí esa sensación de humedad. Por este motivo, es recomendable proteger del frío a la mascarilla con alguna prenda aislante y que nos permita respirar.