En la década de 1970, el rol de “científico jefe” se estableció en Israel como parte de un modelo de mediación del conocimiento destinado a promover políticas informadas por la investigación y reducir la brecha academia-campo-política. Este artículo examina cómo cuando los investigadores cruzan la frontera hacia un rol político y sirven como brokers del conocimiento, pueden promover la utilización de la investigación en las políticas. Esto arroja luz sobre qué condiciones o circunstancias contribuyen a maximizar la utilización de la investigación y la implementación de recomendaciones de políticas basadas en la investigación. Utilizando una metodología cualitativa, llevamos a cabo entrevistas semiestructuradas con antiguos científicos principales y analizamos artículos de periódicos para comprender la naturaleza compleja del papel y proponer sugerencias prácticas para mejorar su construcción en políticas futuras más allá del contexto israelí. A pesar del aura positiva que rodea al uso común de intermediarios, la cuestión de promover tales entidades a nivel educativo nacional aún no se ha materializado en una política coherente e independiente a nivel mundial
In the 1970s, the role of “chief scientist” was established in Israel as part of a knowledge mediation model aimed to promote research-informed policy and narrow the academia-field-policy gap. This paper examines how when researchers cross the boundary toward a policy role and serve as knowledge brokers, they may promote research utilization in policy. This sheds light on a key issue in the field of education research, specifically, what conditions or circumstances contribute to the maximization of research utilization and the implementation of research-based policy recommendations. Using qualitative methodology, we conducted semi-structured interviews with past chief scientists and analyzed newspaper articles to understand the complex nature of the role and to propose practical suggestions for improving its construction in future policy beyond the Israeli context. Despite the positive aura surrounding the common use of intermediaries, the issue of promoting such entities at the national educational level has not yet been realized in a coherent, stand-alone policy globally.