Acceso usuarios
Miguel Angel Tenas Alós
En la actualidad, la experiencia de conducción de un automóvil ha variado notablemente en apenas unos años. Incluso, los elementos publicitarios son tremendamente distintos a como eran hace un lustro. Hoy día, en los vehículos de nueva factura resultan tan importantes —o incluso más- como las sensaciones al volante o la seguridad, la conectividad del modelo. En definitiva, la posibilidad que otorga a los usuarios disponer de algún elemento de conexión e información con el mundo exterior, bien mediante su propia red wi-fi o con distintas aplicaciones accesibles desde el habitáculo. Para estas operaciones, una nueva herramienta ha ido ganando importancia en los puestos de conducción de todo coche moderno: las pantallas multifunción, que además permiten ofertar a las empresas teóricas ventajas respecto a la competencia.
Recientemente, la compañía Mercedes-Benz ha presentado el salpicadero de uno de sus próximos modelos, el EQS, compuesto por una gran pantalla —o interfaz, como las denominan ahora los fabricantes— que engloba todo el ancho del interior del vehículo. Desde el mismo podrán controlarse varios dispositivos del automóvil. No ha sido la única, su competidora BMW ha mostrado un concepto similar en el Consumer Electronics Show de 2021, apenas unos días después. Pero ha surgido una cuestión tremendamente importante, ¿resultará posible para sus conductores manipular los distintos elementos que controla la pantalla sin ser sancionados por ello?
