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Steven Hartman
A medida que los países europeos se esfuerzan por cumplir sus objetivos para apoyar el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por los estados miembros de la ONU en 2015, la importancia de integrar a todas las comunidades de conocimiento en sus respuestas coordinadas a los desafíos de sostenibilidad se convierte en una prioridad cada vez mayor. La creatividad y la profundidad del conocimiento dentro de las disciplinas filosóficas, culturales, estéticas e históricas de las humanidades no se han aprovechado lo suficiente en las iniciativas coordinadas de evaluación internacional que tienen como objetivo informar las políticas y facilitar soluciones de sostenibilidad para los gobiernos del mundo. Las Humanidades Ambientales (HA) son un campo de creciente importancia a nivel internacional. Si bien, ya no se le puede llamar un campo emergente, todavía se presenta solamente como campo promisorio pero capaz de contribuir con su conocimiento de los sistemas sociales y culturales a los esfuerzos internacionales coordinados para abordar las dimensiones humanas del cambio medioambiental global. El conocimiento y pericia significativos dentro del campo de las HA sobre las dimensiones humanas del cambio ambiental deberían considerarse un recurso indispensable para los legisladores y para aquellos que trabajan en el terreno con miras a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este ensayo presenta argumentos a favor de las humanidades medioambientales factibles y comprometidas con las políticas, una ambición que ciertamente debería extenderse al campo de las humanidades en general.
As European countries strive to meet their targets in support of the Paris Agreement on Climate Change and the 17 Sustainable Development Goals adopted by UN member states in 2015, the importance of integrating all knowledge communities in coordinated responses to sustainability challenges becomes an increasing priority. The creativity and depth of knowledge within philosophical, cultural, aesthetic and historical disciplines of the humanities has been underutilized in coordinated international assessment initiatives that aim to inform policy and facilitate solutions of sustainability governance. The Environmental Humanities (EH) is a field of growing significance internationally. While it can no longer be called an emerging field, EH still holds only the promise of bringing knowledge of social and cultural systems to coordinated international efforts to address the human dimensions of global environmental change. The significant knowledge and expertise on the human dimensions of environmental change available within the EH field should be regarded as an indispensable resource to policymakers and to those on the ground who work to achieve the Sustainable Development Goals. This essay makes a case for actionable, policy-engaged environmental humanities, an ambition that should certainly extend to the domain of the humanities more generally.
