Guillermo Segarra Giménez
Me dispongo a abordar alguna de las dudas que plantea el Real Decreto 958/2020 de comunicaciones comerciales de las actividades de juego, publicado en el BOE el pasado 3 de noviembre, en relación con los contratos de patrocinio. Estas reflexiones se realizan con el ánimo de que las conclusiones alcanzadas puedan servir de utilidad a todo el que se haya visto afectado por la incertidumbre que ha generado este Real Decreto para la supervivencia de los contratos de patrocinio suscritos por operadores de juego, con especial interés en los patrocinios deportivos, al tratarse de un sector que genera cientos de millones de euros en España anualmente.