En este trabajo se revisan las notables transformaciones que ha experimentado el sector bancario brasileño en los últimos años. A la luz de la situación actual, se analizan las reformas pendientes que debería afrontar Brasil para conseguir mejorar la eficiencia en la asignación de los recursos de su sistema financiero. La conclusión fundamental es que aún persisten importantes distorsiones en el funcionamiento del sistema bancario, que elevan el coste del crédito, inhibiendo el desarrollo de la inversión crediticia libre. Asegurar una transición suave del actual modelo de negocio hacia un sistema bancario en el que la intermediación crediticia libre cobre mayor protagonismo es el principal reto para el futuro.