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Francisco Pérez de los Cobos y Orihuel 
La Sala octava del Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó el pasado 22 de abril del 2020 un importante auto en el que, respondiendo a una cuestión prejudicial planteada por un juez británico, abordó la compleja cuestión de la calificación jurídica de los llamados «riders», repartidores que, utilizando al efecto una aplicación móvil, prestan sus servicios a través de plataformas digitales, a las empresas clientes de las mismas y a sus usuarios. La cuestión ha suscitado una ya larga y acalorada controversia judicial, que parecía, a la luz de los últimos pronunciamientos dictados en suplicación, perder fuelle y que el auto citado ha venido a reabrir, desvelando su dimensión europea. El propósito de estas páginas es precisamente el de destacar la dimensión europea del debate y poner de relieve los interrogantes que tal calificación suscita desde el punto de vista del Derecho de la Unión Europea, interrogantes que, como veremos, no son ni mucho menos de menor calado.
