No han sido pocos los casos en los que el ejecutado ha debido abonar vía ejecución provisional una importante suma de dinero y luego, una vez revocada la sentencia que sirvió de título ejecutivo, asistir impotente a la imposibilidad de obtener el reembolso de lo pagado por la insolvencia del ejecutante o incluso su desaparición del tráfico mercantil. En el presente trabajo se analizan los inconvenientes o trabas que inesperadamente se han producido cuando precisamente ese pronunciamiento que ha sido ejecutado provisionalmente, ha sido total o parcialmente revocado, lo que ha provocado (ex art. 533 LEC) que el primitivo ejecutante se haya visto obligado a devolver las cantidades percibidas, reintegrando igualmente al ejecutado provisionalmente las costas de esa ejecución provisional que éste hubiere satisfecho.