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Roy Jankielsohn, Rami Zahrawi Haj-Younes (trad.)
Sudáfrica es uno de los treinta países del mundo con mayor escasez de agua. El centro económico del país, en la provincial de Gauteng, depende en gran medida del agua del vecino Reino de Lesoto a través de un canal y una serie de ríos que recorren más de quinientos kilómetros para llegar a la provincia. Grandes áreas de Sudáfrica están viviendo una escasez extrema resultado de la falta de agua suficiente y segura para uso doméstico. Esto se debe a una combinación de factores que incluyen sequías relacionadas con el cambio climático, urbanización y errores gubernamentales. En muchos municipios de todo el país, la falta de capacidad gubernamental para suministrar recursos hídricos y gestionar las aguas residuales alcanzado proporciones de crisis. La incapacidad institucional del Gobierno Del partido gobernante, Congreso Nacional Africano, combinado con el faccionalismo político, qué ha despojado a la administración pública de conocimientos especializados y ha provocado el éxodo de personas capacitadas Del Gobierno y del país.
La implementación por parte del Gobierno de la estrategia leninista de centralismo democrático, comúnmente conocida como política de cuadros, ha resultado en la captación del estado y en el aumento de la corrupción que ha tenido un impacto devastador en la prestación de servicios básicos como el agua. Los disturbios civiles por la hidropolítica han aumentado hasta el punto de que, en casos como los de los municipios de Majakeng y Maluti-a-aPhofung, las protestas se han transformado en violentas y se han llegado a atacar tanto la propiedad privada como la pública. Si bien el país cuenta con procesos e instituciones democráticas destinadas a enfrentar el descontento de la población, la falta de una cultura política democrática continúa amenazando el orden actual. Este artículo es una investigación ontológica sobre el impacto hidropolítico y las razones ideológicas de la incapacidad del estado para administrar los recursos hídricos y brindar un suministro de agua seguro y sostenible a la creciente población urbana. Si bien será referencia a la situación general del país, los municipios de Majakeng y Maluti-a-Phofung serán usados como casos estudio sobre el impacto de la inestabilidad política causada por la inseguridad hídrica.
Por otra parte, La capacidad de Ciudad del Cabo para gestionar la escasez y evitar un escenario hídrico de “día vero” relacionado con la sequía se utilizará como ejemplo de buena gestión. El artículo combinará consideraciones ideológicas con explicaciones teóricas sobre el fracaso del estado dentro de un contexto hidropolítico Para explicar la actual crisis del agua a nivel de gobierno tanto nacional como local en Sudáfrica. Al ser un hegemón regional, cualquier irrupción política en Sudáfrica también amenaza la estabilidad geopolítica de toda la región del sur de África. Muchos países de la región siguen dependiendo de Sudáfrica para su supervivencia económica mediante el uso de la infraestructura del país, como carreteras, redes ferroviarias y puertos. En el caso de Lesoto, existe una relación simbiótica por la cual, aunque el país se encuentre enclavado en Sudáfrica, posee un recurso vital que Sudáfrica necesita, el agua. El artículo evalúa la situación actual en el país y trata de explicar las relaciones geopolíticas que Sudáfrica debería revisar, el artículo indaga en los fundamentos ideológicos de las políticas públicas y su estrategia institucional sobre el impacto que estas tienen a la hora de proveer agua segura y suficiente a sus comunidades locales. Todo esto se hace a través de casos estudio que incluyen historias de éxito y fracaso en términos hidropolíticos. Terminaremos la investigación con una serie de recomendaciones y desafíos sobre cómo podría actuar y prevenirse el país.
The Covid-19 pandemic has highlighted the importance of hydropolitics in South Africa. The country remains one of the driest countries in the world with a below average rainfall of 450 mm per annum. The country’s economic hub in the Gauteng province is largely dependent on water from the neighbouring Kingdom of Lesotho. On a geopolitical level the country also shares various water sources with neighbouring states. This is especially relevant due to the dependence on South Africa, as the regional hegemon, for access to markets and income. However, large areas of South Africa experience extreme water scarcity due to a combination of factors that include climate change related drought, urbanisation and government-related water management failures. In many local government municipalities across the country the lack of government capacity to supply water resources and manage waste water have reached crisis proportions. Many towns and communities across South Africa have been left with unreliable access to sustainable water resources. This is mainly due to a combination of corruption, poor management and the lack of institutional capacity at local government level.
The institutional incapacity of government is a result of the governing party African National Congress’ ideological approach to government, combined with political factionalism, which has stripped the civil service of expertise and led to the exodus of skilled individuals from both government and the country. The government’s implementation of the communist —based Leninist democratic centralism, commonly known as a cadre deployment strategy, has resulted in large scale state capture and corruption that has had a devastating impact on the delivery of basic services such as water. Hydropolitical civil unrest has increased to an extent that, in instances such as the Majakeng and Maluti-a-Phofung municipalities, unrest became extremely violent and disrupted businesses and well as state education and health facilities. This article is an ontological investigation into the hydropolitical impact of, and ideological reasons for, state incapacity to manage water resources and deliver safe and sustainable supply of water to the population. While reference will be made to the general situation in the country, the Majakeng and Maluti-a-Phofung municipalities will be used as a case studies for the impact of water insecurity on political stability.
On the other hand, the City of Cape Town’s ability to manage water scarcity and avert a drought related “day zero” scenario is used as an example of what can be achieved through sound management. The article will combine ideological considerations with theoretical explanations of ideology and state failure within a hydropolitical context in order to explain the current water crisis at local government level in South Africa and the threat that this poses to the political order in the country. Being a regional hegemon, any political disruptions in South Africa also threaten the geopolitical stability of the entire Southern African region. There remains a great deal of scope for future geopolitical co-operation around water within the Southern African Development Community that can secure a sustainable sources of future water supplies for South Africa and generate further income for the country’s neighbours. The article evaluates the current water situation in the country, explains the water related geopolitical considerations that the country has to take into account, investigates the ideological basis for government policy and institutional strategy and the impact that this has on the capacity of the state to deliver sustainable and reliable water access to local communities, and then evaluates some case studies that include both failures and a success story. This assessment includes various sources of literature that supply a theoretical conceptual basis for terms such as hydropolitics and ideology. These academic concepts provide the basis for the practical considerations that are an integral part of the ideologically —based hydropolitical ontological assessment. The article concludes with some broad recommendations on how the country could mitigate some of the hydropolitical challenges that it faces.
