En el núcleo de su empresa hay un grupo de personas que aparentemente llevan la batuta. Más exacatamente, parece que todo se maneja en beneficio de esas personas. Es como si la organización, al margen de sus declarariones formales de misión y objetivos, se hubiere configurado para satisfacer las necesidades y prioridades de ese grupo. El núcleo no aparece identificado en ningún organigrama formal de la organización. Existe en la mente y los corazones de las personas. Está compuesto por el conjunto -o conjuntos- de personas cuyas necesidades e intereses percibidos se tienen en cuenta, conscientemente o no, cuando se adoptan las decisiones en toda la organización. En la mayoría de las organizaciones, hablar de manera explícita de este grupo es tabú: su existencia es un secreto sucio que contradice el principio empresarial vital de que todos tenemos una participación común en el éxito de la empresa. En realidad, todos los profesionales tienen un interés común en el éxito de la empresa, pero la empresa tiene un interés mayor en el éxito de algunos que en el de otros. Este artículo presenta dicha argumentación.