La radio nos permite esencialmente, expresar e intercambiar experiencias vitales. A finales de la década de los setenta Kaplun (1978) se refería a la radio como instrumento de educación en el que reside una función social. Aún hoy, los autores destacan la función socio-educativa de este medio, aunque muestran la necesidad de «reformular las perspectivas que la radio puede ofrecer para la consecución de fines educativos»