Enán Arrieta Burgos
No es mi interés ejercitarme en artes proféticas para tratar de resolver una pregunta que supera, con creces, mi capacidad de entendimiento. Así que demos por sentado, por un instante, y esto ya es mucho2, que la investigación jurídica en nuestro país se dirige hacia algún puerto seguro. ¿Cuál sería este puerto?