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Sebastià Crespí Rotger, José María Ordóñez Iriarte
La actual pandemia de COVID-19, ha puesto de manifiesto la necesidad de que todas las áreas de salud pública trabajen de forma coordinada en aras de una mayor eficacia en la prevención y control de la infección. Tras la fase de contención, España está comenzado a abordar la de desconfinamiento. En esta nueva situación, los servicios de sanidad ambiental de las Comunidades Autónomas se enfrentan a retos, distintos y complementarios a los de la fase anterior, que deben ser tenidos en cuenta. Así, la reapertura de establecimientos e industrias que han tenido sus sistemas hídricos estancados puede incrementar los riesgos de origen microbiológico e incluso químico. Igualmente, el reinicio de las actividades recreativas en torno al agua, tanto en piscinas de uso público como en playas, requieren, en esta nueva etapa, de recomendaciones sanitarias para su uso seguro. Lo mismo puede decirse de la puesta en marcha generalizada de los sistemas de climatización y ventilación colectivos, o de las instalaciones de saneamiento, las cuales podrían facilitar, en teoría, la transmisión del SARS-CoV-2 a través de nuevas vías potenciales.
El objetivo de este manuscrito es analizar estos riesgos potenciales desde la perspectiva de sanidad ambiental, para mejor prevenirlos o minimizarlos, todo ello, en el contexto de la actual fase de desconfinamiento y a la luz del nuevo conocimiento científico que se va generando.
