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Las pasadas Asambleas de Primavera del FMI de abril de 2020 han sido las primeras en formato virtual, como lo ha sido la habitual reunión paralela de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20. Este cambio de formato ha sido consecuencia de la COVID-19, la cual además ha marcado completamente las discusiones. En concreto, se ha discutido sobre cómo abordar de forma coordinada el impacto económico y financiero de la pandemia, con especial énfasis en cómo garantizar la prestación de asistencia financiera de emergencia a los países de renta baja, diferencialmente vulnerables a las consecuencias económicas de la COVID-19. Así, en las Asambleas la Directora Gerente Kristalina Georgieva ha lanzado una campaña de recaudación de fondos entre los Estados miembros para la financiación de asistencia concesional y la condonación de deuda con el FMI, mientras que en la videoconferencia del G20 se ha aprobado un Plan de Acción con una serie de acciones para hacer frente al impacto de la pandemia así como una iniciativa para la suspensión del servicio de la deuda para los países más pobres.
